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EL PROBLEMA

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La tala ilegal y la deforestación en las áreas verde de Bolivia representan un desafío ambiental y social significativo. Estas actividades no reguladas están afectando gravemente el equilibrio ecológico, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad y alterando los patrones climáticos locales. Además, tienen un impacto directo en las comunidades indígenas y rurales, que dependen de los recursos naturales para su sustento y preservación cultural. Según datos de Global Forest Watch, entre 2002 y 2023, Bolivia perdió aproximadamente el 10% de bosque primario húmedo, lo que significa a 4.19 millones de hectáreas y que representa la mitad del total de cobertura arbórea perdida en el mismo periodo de tiempo. (ANA_Bolivia, 2025) En el año 2024 el fuego devasto mas 12 millones de hectáreas de bosque debido a actos nocivos en contra de la naturaleza. Estos mismos actos provocan cambios climáticos, alteración del ciclo hídrico y desabastecimiento de agua y amenaza a la biodiversidad.

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El contexto geográfico de La Paz, caracterizado por la expansión agrícola y la alta demanda de madera, crea un escenario critico donde las actividades ilegales proliferan. Esto genera consecuencias económicas y sociales, exacerbando las desigualdades en las comunidades afectadas. Por ello, es fundamental investigar el impacto ambiental y social de la tala ilegal para proponer soluciones sostenibles que equilibren las necesidades económicas con la conservación ambiental. La tala ilegal en el departamento de La Paz incrementa significativamente la pérdida de biodiversidad y altera los patrones climáticos locales, afectando directamente a las comunidades indígenas.